Crioterapia ¿Buena o mala para la recuperación de ejercicio físico?
14.12.2019
Existe una creencia popular de que después de un ejercicio intenso se facilitará la recuperación de los músculos si hay un paso por una ducha helada. Hasta ahora, se creía que sumergir los músculos en cubitos de hielo o agua gélida ayudaba a eliminar el ácido láctico al constreñir los vasos sanguíneos, que reducía la inflamación y la degradación de tejidos o que ralentizaba la actividad metabólica. Es decir, que ayudaba a regenerar las microrroturas después de un esfuerzo físico superior. Se recomienda introducir las partes afectadas durante 5 o 10 minutos en dicha agua, cuya temperatura oscile entre los 12 y 15 grados, y no menos como teníamos pensado hasta ahora.